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domingo, 23 de octubre de 2011

Los chicos del coro




Quiero comenzar este comentario de Los chicos del coro diciendo que, a mi modo de ver, todos los maestros y futuros maestros deberían ver esta película. Creo que es muy bonito comprobar cómo la labor de este hombre consigue cambiar la vida de aquellos niños. Esta película fortalece mi vocación de maestro y hace que el señor Mathieu sea para mí un ejemplo de maestro. Una persona que llega al orfanato y lo primero con lo que se encuentra es con que, uno de los niños, lanza una piedra al cristal de la portería causando una herida en la cara al conserje y, en lugar de entregar al culpable al director quien, con toda seguridad, lo maltrataría, decide imponerle él el castigo, que no es otro que cuidar todos los días al conserje. De esta forma el niño toma conciencia de lo que ha hecho, de que ha hecho daño a una persona y seguramente no volverá a hacerlo. Este “castigo” le sirve al niño para tomar conciencia del daño que le ha causado al conserje, que siempre había sido bueno con ellos, en cambio, cualquier otro castigo no hubiera servido para nada porque el niño no entendería la gravedad de su acción simplemente se acordaría del castigo. Estaríamos de esta forma haciendo hincapié o remarcando el castigo en lugar de mostrar al niño lo que ha hecho y no se debe hacer.

Mathieu se da cuenta de que los chicos tienen un don, nadie valoraba a los niños, nadie podía pensar que esos niños pudiesen tener algo bueno, en cambio este humilde profesor pronto se da cuenta de que, a través de la música, puede llegar a ellos y que, además, poseen muchos de ellos buenas cualidades para ella. De cualquier forma, los niños que no poseían cualidades para la música también los incluye no deja excluido a ninguno de sus alumnos. Es muy bonito observar cómo se acerca a los niños y se gana su respeto sin necesidad de pegar y maltratar como hacían los demás. De hecho, Mathieu, cambia el ambiente del centro, pues también varía la actitud de los demás profesores no solo de los niños y, por momentos, hasta la actitud del director es distinta.
            
Mathieu se gana la confianza de los niños a través de su forma de actuar. Es bueno y los niños lo perciben y lo valoran. A mí esta película me ha enseñado que la manera de llegar a los niños, y sobre todo a los niños difíciles o supuestamente difíciles como los que aparecen en la película, es mediante obras buenas, ganándote su confianza siendo una persona cercana y en la que ellos encuentren que pueden confiar. Hay profesores que entran en clase y se enfrentan a los niños como si fuesen sus enemigos y esto es lo peor que, en mi opinión, puede hacer un profesor. Los alumnos nunca son enemigos y, si comienzas a verlos como tal, quizá es el momento de pararnos a pensar y replantearnos muchas cosas.

El momento para mí más significativo de la película es cuando el director echa a Mathieu del centro, está “a caballo” entre un fragmento y otro. Es muy bonito observar cómo sale Mathieu pensando que esperaba una despedida de sus alumnos después de todo, pero bueno, al fin y al cabo es un músico fracasado y estaba acostumbrado a esta sensación, mas, cuando llega a la calle observa que en el suelo hay dedicatorias de sus alumnos y todos están en la ventana despidiéndole. Que se reconozca el trabajo de un maestro debe ser algo precioso porque significa que, de algún modo, has dejado huella en esos alumnos. Por tanto, como futuro maestro, me gustaría dejar la huella y hacer el trabajo que este “músico fracasado” hizo por esos niños. Me ilusiona pensar en que, algún día, tras una larga carrera profesional como docente, o durante la misma, pueda observar cómo mis alumnos me recuerdan con una sonrisa por haberles enseñado cosas realmente importantes para su vida, por haberles enseñado el gusto por la lectura y la literatura en general, la curiosidad por aprender, el amor a la naturaleza… y por haber sido para ellos un verdadero maestro, esa persona capaz de transmitir el amor, la curiosidad y la ilusión por las cosas que nos rodean. 

sábado, 8 de octubre de 2011

Reflexión del comienzo de la aventura

Este tema 0, o introducción a la asignatura, me ha ayudado a comprender la dinámica de trabajo que vamos a llevar a lo largo del curso en esta materia. Considero que, con esta dinámica, voy a aprender bastante más que haciéndome apuntes, estudiándomelos y realizando un examen. Y soy de los que piensa que este es otro modo de aprender y que puede ser útil en otras asignaturas, pero no en ésta. En esta materia no hay demasiados conceptos que aprender, o al menos, la intención de la profesora (a mi modo de ver acertada) no es esa sino, más bien, adquirir una serie de destrezas y habilidades de búsqueda, síntesis y redacción. Es más, me atrevería a afirmar que, también los conceptos se aprenden mejor de esta forma. En las búsquedas de información que llevamos realizadas durante el curso he podido observar cómo, muchos de los conceptos se repiten una y otra vez y, finalmente, de tanto verlos escritos terminas por saber qué son.
            
He de reconocer que este primer bloque, o bloque introductorio, me ha servido para darme cuenta de que esta asignatura conlleva un gran trabajo y más a las personas trabajadoras. Puede parecer una redundancia pero es así y, puede ser, que no haya otra forma de explicarlo. Las búsquedas de información podemos hacerlas de dos formas, buscando cualquier cosa y metiéndola, sin hacer la más mínima selección o, por el contrario, seleccionando, escribiéndolo con tus palabras, buscando en varias fuentes, varias páginas web… Obviamente la diferencia de tiempo empleado en hacer una cosa u otra varía enormemente. Mis primeras sensaciones, al tomar contacto con la asignatura, han sido casi de agobio por el enorme trabajo que tenemos que realizar. Pero también una gran seguridad y certeza de que, acabará la asignatura, y habré aprendido mucho acerca de literatura infantil, mucho acerca de cómo y dónde buscar y mucho acerca de recursos, que me voy encontrando en la web, relacionados con la literatura infantil, muy interesantes para mi futuro profesional. Y aquí es dónde yo también quería hacer hincapié, se necesitan, en el Grado de Educación Primaria, asignaturas útiles, que nos sirvan para nuestro futuro profesional. A veces nos encontramos con asignaturas muy útiles pero fatalmente conectadas con lo que será nuestra profesión, porque creo que a veces, en la Universidad, se pierde la referencia de que se nos está formando para desempeñar una profesión, para mí, la profesión más importante. Creo que es necesario que se nos enseñen recursos y habilidades útiles más que muchos conocimientos. Los conocimientos siempre se pueden adquirir o estudiar por nuestra cuenta pero, con respecto a las destrezas y habilidades, necesitamos referentes que nos enseñen cómo debemos hacer las cosas, que nos guíen en este camino hacia un aula de Educación Primaria. Obviamente se aprende haciendo, pero, a mí modo de ver, necesitamos tener una base mínima de profesional de la educación, aunque el resto lo aprendamos haciendo pero, la realidad es que con los niños no se juega y no es admisible llegar a una clase de Primaria sin los recursos mínimos. Y creo que, en esta asignatura, vamos a aprender mucho acerca de cómo buscar información y de cómo, sabiendo nosotros buscarla, podremos enseñar a nuestros alumnos a hacerlo, porque algo que yo no sé hacer es bastante complicado poder enseñarlo.

A modo de conclusión de esta reflexión me gustaría exponer que tengo grandes expectativas depositadas en la asignatura, no solo con respecto a los recursos y habilidades necesarias para todo maestro sino que, considero, que también voy a aprender, de verdad, aspectos de la literatura que no conocía o que estudie pero no recuerdo. Espero que esta asignatura me ayude a ser una persona más culta y un maestro mejor preparado.

jueves, 6 de octubre de 2011

Nos introducimos en el mundo de la literatura infantil...

Características de un texto literario:
            
Primeramente, sería conveniente señalar que, no todos los textos escritos son textos literarios, esto es algo que parece obvio pero en clase apareció esta afirmación y podría llevarnos a confusión. Por tanto, ahora el tema sería conocer qué tiene que tener un texto escrito para ser considerado como literario. Para ello podríamos diferenciar una serie de características que pertenecen a todos los textos, de otras que pertenecen únicamente a los textos literarios.

Todos los textos comparten las siguientes características:

-Acto comunicativo: todo texto tiene un emisor, que es el autor; canal, que es el medio por el cual se transmite lo que el emisor quiere contar; mensaje, que se corresponde con el significante; referente, que es el significado, la idea o sentimiento que el autor nos quiere transmitir; receptor, que es la persona que recibe esa idea o sentimiento; código, entendemos por él el idioma; e intención del discurso.

Al referente podemos añadir que es imposible saberlo, a no ser que se pregunte directamente al autor qué quería decir con aquello que escribió. El referente es doble: por una parte está lo que el autor quiere decir; por otra, lo que el lector entiende.

-Funciones del lenguaje: todos los textos tienen diferentes funciones del lenguaje dependiendo del contenido y de su objetivo. Las funciones del lenguaje son: función expresiva o emotiva, función representativa, función afectiva o persuasiva, función fática, función metalingüística y función poética o estética.

-Estructura específica.

-Coherencia y cohesión porque sin ellos no se pueden entender los textos.

-Lenguaje connotativo.

Características propias de los textos literarios:

-Tienen que poder inscribirse en cualquiera de los géneros literarios: Lírica o Poesía, Épica o prosa y Dramática o Teatro.

-Intencionalidad artística, es decir, debe existir una intención artística en el autor que podamos observar en el texto para poder considerarlo como texto literario.

-Estructura estética: utiliza estructuras que no se usan en ningún otro tipo de texto. El autor da estética al texto a través de los recursos literarios, que son un subconjunto de los recursos lingüísticos. El género que más recursos utiliza es la poesía. Algunos de los recursos literarios más frecuentes son: onomatopeya (imitar sonidos reales mediante los procedimientos fonéticos de la lengua), hipérbaton (alteración del orden lógico de la frase), antítesis (es la utilización de palabras de significación contraria muy seguidas en el texto), ironía (se da a entender lo contrario de lo que literalmente se dice).

-Un texto literario siempre es ficción aunque esté basado en hechos reales.

¿Qué consideramos infantil en relación con la literatura?
           
Puede parecer muy obvio a que nos referimos con Literatura Infantil, mas, al indagar qué piensan los investigadores sobre el término podemos observar que hay una gran cantidad de opiniones, lo cual nos lleva a pensar que es un término que entraña no poca complejidad.

Ante la pregunta: “¿existe una literatura para niños y jóvenes?” existen numerosos debates. Hay una serie de especialistas que niegan la existencia de la literatura para jóvenes y niños, en cambio, otros, consideran esta literatura como un subgénero o género menor. Marcela Arpes y Nora Ricaud opinan que es un campo nuevo de la literatura, que comienza en los años sesenta y en la actualidad ha adquirido la identidad propia de un género masivo. Estas dos especialistas definen la literatura infantil como: “un recorte de la literatura identificable ante todo por el hecho de estar destinada a niños”. Algunos autores consideran la literatura infantil como didáctica más que literatura por el hecho de estar dirigida a niños.

            Juan Perles Rochel caracteriza la literatura infantil como un género con límites poco definidos que se convierte en muchas ocasiones en depositaria de muchos clásicos desacartados por el canon y que, en muchas ocasiones, se encuentra tiranizada por estructuras económicas como los órganos ministeriales, las editoriales y las escuelas.

           Desde otro punto de vista, se considera la literatura infantil como un producto histórico social destinado a los niños y que se encuentra determinado por factores pedagógicos, culturales y filosóficos en distintos momentos históricos (tomado literalmente de la página web http://portal.educ.ar/debates/eid/lengua/para-trabajar-clase/algunas-ideas-en-torno-a-la-li.php). 

Frente a esta opinión de que existe una literatura infantil está la de otros autores que consideran que solamente existe una sola literatura y que los niños pueden sentirse atraídos por cualquier libro. De este modo, niegan la existencia de una literatura infantil propiamente dicha. Nievas sostiene que añadir al sustantivo literatura el adjetivo infantil supone el establecimiento de un género literario teniendo en cuenta el tipo de receptor y, al igual, que no tenemos una literatura para viejos o para mujeres, tampoco debe haberla para niños.

Esta argumentación anteriormente expuesta es falsa pues, debemos apuntar que la literatura infantil es la que tiene como receptor implícito a los niños, es decir, que va dirigida a los niños aunque todo el mundo pueda leerla. Al igual que existe una literatura romántica dirigida a un público femenino y las obras del oeste dirigidas hacia un público masculino. Esto no quiere decir que no puedan ser leídas por otro tipo de personas, pero van dirigidas a un receptor en concreto. 

Dentro de esta literatura infantil deberíamos hacer una diferenciación. En los años anteriores a los sesenta se consideraba que la literatura infantil, además de divertir, debía, sobre todo, enseñar algo, por tanto, poseía una intención educativa y de entretenimiento. A partir de los años sesenta se comienza a considerar que la literatura infantil debe tener una intención de entretenimiento únicamente. A la primera la denominamos subliteratura o paraliteratura, el segundo término es menos ofensivo y más apropiado según el autor Humberto Eco. Según lo apuntado anteriormente, paraliteratura sería un libro que tiene la intención de educar y entretener, en cambio, solo podemos considerar como literatura infantil una obra que su intención sea únicamente de entretenimiento.

La literatura infantil no es la que los niños hayan aceptado o elegido sino, más bien, la que los adultos han considerado buena para ello y se la han ofrecido para que la lean. Un ejemplo de este fenómeno es “Platero y yo”, que es un libro dirigido a lectores adultos pero éstos al leerlo y gustarle se lo dan a los niños para que lo lean porque lo consideran también adecuado para ellos. La obra puede parecer de literatura infantil porque aparecen ciertos elementos muy del gusto de los niños pero, a su vez, observamos una serie de aspectos en el trasfondo del libro que los niños no entienden o les pasa desapercibido.

 El problema ahora subyace en limitar la edad de esa literatura infantil, la primera clasificación fue la realizada por “El Barco de vapor” que pertenece a la editorial SM. Los libros de literatura infantil se dividen en cuatro grupos: serie blanca (primeros lectores, más de seis años); serie azul (más de siete años); serie naranja (más de ocho años); roja (más de diez años). Por otra parte, desde 1978, el grupo SM ha entregado premios de literatura infantil como son los Premios El Barco de Vapor, Gran Angular y el Premio Internacional de Ilustración.

   No podemos hablar de la literatura infantil sin hacer alusión al premio más importante dentro de este campo, el premio Hans Christian Andersen que consiste en una medalla acompañada por un diploma que se concede cada dos años a un autor y a un ilustrador. Se premia al autor por considerar que ha realizado una “perdurable contribución a la literatura infantil y juvenil”. Otro requisito para poder recibir este galardón es que el premiado esté vivo. Lo concede el IBBY (International Board on Books for Young People – Organización Internacional para el Libro Juvenil). Añadir a estos datos que el único representante español en la lista de galardonados es José María Sánchez-Silva (España 1911-2002), que fue premiado en el año 1968. La obra más destacada de este autor es Marcelino pan y vino (1952). Antes de recibir este galardón fue Premio Nacional de Literatura.

¿Qué entendemos por cultura literaria?
  
 La cultura literaria forma parte del sustrato cultural concreto de pueblos concretos. La cultura literaria varía mucho de un país a otro. Hay países que, por haber estado dominados o sometidos por otros pueblos no tienen cultura literaria propia. Este fenómeno se debe a una incapacidad de desarrollar una literatura propia debido a que ese pueblo no tiene conciencia de ser una unidad, no tiene conciencia de pueblo, por tanto, la cultura que poseen es la impuesta por el pueblo que les somete. A veces el motivo no es que no tengan conciencia de pueblo sino, más bien, que el pueblo que les domina impone su cultura, sesgando y acabando con la cultura propia, autóctona. Esto es lo que sucedió durante bastantes años con un pueblo como es Polonia, este país en el siglo XX fue sometido por las dos grandes ideologías de ese momento, por el Nazismo y por el Comunismo. Ambas entraron en Polonia queriendo acabar con la cultura propia del país. Este es un fenómeno denunciado a menudo por personalidades polacas relevantes como Karol Wojtyla, quiénes además de denunciarlo llamaron al pueblo a no olvidar ni abandonar su cultura propia e identitaria.

   
         La cultura literaria varía en gran medida de un país a otro. Cada pueblo se sitúa en un contexto geográfico, socio-económico, climatológico, cultural…muy distintos y esto provoca que cada país tenga una cultura literaria totalmente diferente. También influye el carácter de las personas que forman parte de ese grupo de personas, de ese pueblo. Todos estaremos de acuerdo en que no tiene nada que ver el carácter de los pueblos mediterráneos, véase España, Italia, Portugal, Grecia, con el carácter de los pueblos de Centroeuropa y el norte de Europa, Alemania, Bélgica, Noruega, Polonia…por tanto la cultura literaria nunca puede ser la misma por el simple hecho de que, lo que puede gustar mucho en España en Alemania puede no gustar nada. Hay una serie de condicionantes que nos hacen ser muy diferentes y que influyen en gran medida en nuestra cultura y en la forma de ser de las personas, algunos ejemplos son: el clima (muchas más horas de sol en España lo cual favorece que seamos un país donde se hace más “vida” en la calle y más relaciones interpersonales); Alemania es un país de mayoría protestante, en cambio en España hay mayoría católica, lo cual también afecta en gran medida a la visión del mundo y del hombre de un pueblo y otro; la historia, España y Alemania tienen historias diferentes, lo cual también determina en gran medida la cultura de ambos países.

            Remitiéndonos al currículo de Educación Primaria, etapa inicial (junto a Educación Infantil) de nuestra cultura literaria, podemos observar como en primer ciclo de Primaria se trabaja el conocimiento y la identificación de los textos tradicionales. Se fomenta el hábito lector a través de la lectura guiada y autónoma, silenciosa y en voz alta, de algunos textos literarios como: adivinanzas, refranes rimados, canciones, fábulas… este fomento de la lectura se lleva a cabo también a través de la escucha de textos leídos por el maestro. Se estimula, por otra parte, los criterios y gustos personales en la selección de las lecturas. Se valora la autonomía lectora a la hora de elegir los temas y textos que quieren leer y consideran la lectura como recurso de disfrute personal. Se trabaja con la audición, comprensión y memorización de diferentes textos, recitado de poemas y representación de textos teatrales adecuados a su edad. Utilización de la biblioteca de aula, de centro y pública. Estimulación de la imaginación y creatividad a través de la producción de textos con intención literaria adecuados a la edad. Exploración de las posibilidades expresivas de la lengua mediante la observación y el análisis de textos modelo.


En segundo ciclo se trabaja con la lectura de fragmentos de textos literarios: fragmentos de de literatura tradicional oral, adaptaciones de obras clásicas o fragmentos de literatura infantil o actual, tanto del género narrativo como de otros géneros y, tanto en soporte escrito como audiovisual. Práctica de diferentes tipos de audición de obras adecuadas a la edad y a los intereses de los niños. Fomento de la lectura mediante actividades de animación que estimulen el hábito lector. Valoración del texto literario como fuente de entretenimiento, de conocimiento de otros mundos, tiempos y cultura y de aprendizaje. Memorización de textos y representación de textos teatrales. Iniciación al conocimiento activo de la biblioteca del centro, y participación en actividades literarias, en el aula y en el centro. Producción de textos con intención literaria para comunicar sentimientos y emociones a partir de la exploración de las posibilidades expresivas de la lengua mediante la observación y análisis de textos modelo.

En tercer ciclo de Primaria se trabaja los mismos aspectos que en segundo pero adaptados a la edad de los alumnos.

            Una vez hemos conocido ¿qué dice el currículo sobre la literatura que debe conocer el niño? Creo que podemos dar por concluida esta unidad cero de la asignatura.

Para la realización de este trabajo he consultado las siguientes páginas web:

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Es "El Principito" un libro para niños?

Tras recabar información de diferentes fuentes podemos expresar la primera conclusión. A menudo se piensa que si un libro está protagonizado por un niño es que está dirigido al público infantil, esto es un gran error y uno de los ejemplos de que esto no es así es precisamente El Principito, pues esta obra Saint-Exupéry efectivamente no es un libro para niños. Es un libro que contiene mucho simbolismo que queda bastante alejado de la forma de ver el mundo de los niños y que es muy difícil que lo capten y comprendan. En una de las páginas web consultadas explicaba una chica que con ocho años le mandaron leer El Principito y para ella fue terrible pues le pareció un libro muy aburrido y la obra terminó por parecerle un verdadero tostón. Además tenían que hacer resúmenes de lo que iban leyendo y en esto encontró también gran dificultad. En 1º de bachillerato tuvo que volverlo a leer y expone que su visión sobre él cambió pero, su primera impresión, permanece “indeleble” en su memoria.

La profesora de esta chica seguramente cometió un grave error mandando un libro que no es adecuado para niños de ocho años pero, a mi modo de ver, el error más grave aún es obligar a los niños a ir resumiendo lo leído a medida que avanzan. Yo creo que si a cualquier adulto le dijéramos que fuese resumiendo capítulo por capítulo la novela que se está leyendo dejaría de leerla en el momento. Por tanto, la pregunta es: ¿por qué hacemos con los niños cosas que no haríamos con un adulto?, a menudo escuchamos hablar de la animación a la lectura y de que los niños no leen pero, bajo mi punto de vista, eso lo provocamos nosotros planteándoles actividades que no tienen ningún sentido y que provocan que odien la lectura o que, en el mejor de los casos, dan lugar a comentarios como: “a mí me gusta leer pero no los libros que nos mandan en el cole”. Después de haber criticado el planteamiento de esta profesora y de cómo en muchos colegios se trabaja la animación a la lectura, he de decir en descargo de la maestra que a El Principito se le puso la etiqueta de libro para niños sin serlo. Las preguntas para guiarnos un poco en este aspecto serían: ¿qué es un libro para niños? Y ¿dónde está el límite que señala que un libro sea para niños o para adultos?

Algunos piensan que si un libro tiene como protagonista a un niño va a ser un libro de niños, esto no es un elemento clasificador definitivo pues hay muchísimos libros con protagonistas  infantiles que no son para niños.

 Apuntar que el libro tiene dibujos tampoco parece un elemento clasificador muy acertado pues, los dibujos, no son exclusivos de los libros infantiles.

Tomando como ejemplo el libro de Saint-Exupéry podríamos decir que el propio autor en el prólogo nos dice que es un libro para niños pero, este detalle, probablemente sea otro de los mensajes subliminales que el autor utiliza.

Por tanto, el elemento que define que un libro sea para niños es que el autor tenga la intención de hacer un libro en el que el receptor implícito sea el niño, no el adulto, y el lenguaje y el mensaje que la obra pretende transmitir estén dedicados a los niños y sea comprensible para ellos.

El Principito, por tanto, sería uno de esos libros que viven bajo la denominación de “libros infantiles” pero que realmente están dedicados, o mejor dicho, el receptor implícito es el adulto. Si bien es cierto que a los niños puede gustarle porque, pese a que no entiendan el trasfondo filosófico del libro, les gusta el Principito (por ser un niño como ellos), la rosa, el viaje por las estrellas, el encuentro con el zorro…no obstante es quizá a partir de la adolescencia cuando podemos comenzar a comprender el profundo significado filosófico de la obra. De esta novela podemos decir que hay tantas lecturas como lectores. Es más, si lo leemos en diferentes épocas de nuestra vida, también encontraremos diferentes significados a todo lo que el libro nos sugiere.

Hemos hablado mucho del trasfondo filosófico de El Principito pero quizá sea conveniente exponer algunas de las ideas que aparecen en él para afianzar nuestra teoría de que no es un libro para niños porque es complicado que logren descubrirlo.

En boca del Principito aparecen descripciones que, si bien suceden en asteroides lejanísimos del Planeta Tierra, describen a la perfección el comportamiento ridículo y estúpido de algunas situaciones y de algunos personajes del planeta Tierra.

El Principito busca algo que no sabe muy bien qué es y que, en realidad, es él mismo. Ese es uno de los temas primordiales de este libro: el viaje como autoconocimiento, como búsqueda del propio yo, pero también habla de la amistad, de la vida, del amor.

Puede parecer que Saint-Exupéry realiza un elogio del suicidio al dejarse morder el Principito por la serpiente pero existe otra interpretación. El Principito no se deja morder para acabar con su vida sino para ir a cuidar de su flor que está esperándolo en su asteroide y que lo necesita para vivir. Otra enseñanza que aparece en el libro es que lo esencial de la vida es invisible para los ojos y solo puede verse con el corazón.

A modo de conclusión podemos subrayar que El Principito no es un libro para niños porque no son ellos los receptores implícitos, es decir, el autor no escribió la obra para ser destinada a la lectura infantil, otra cosa es que puedan leerlo y les pueda gustar pero, en cualquier caso, es muy complicado que puedan descifrar el trasfondo filosófico que contiene.
Para la realización de este trabajo he consultado las siguientes páginas web:











lunes, 3 de octubre de 2011

El por qué del título de mi blog

Considero importante explicar, a modo de introducción al blog, el por qué de este título. Cuando se nos animó a poner un título original pensé en un montón de frases relacionadas con la educación o con la labor docente y, especialmente, con el hecho de ser maestro, y maestro de verdad. Pero, en lugar de buscar una frase en Internet que hiciese alusión a estos temas pensé que quizá sería mejor profundizar en ellos más adelante. Me pareció mejor poner como título de mi blog una canción muy significativa para mí, que personalmente me dice mucho más que una frase buscada en Internet o promulgada por un pedagogo.

Esta canción de Fito y Fitipaldis, que se titula por cierto "Acabo de llegar", a mí me sugiere que, como maestro, voy a estar continuamente aprendiendo, que conforme vaya desarrollando mi labor docente estaré en continuo aprendizaje con mis alumnos. Creo que también es un toque de humildad para toda la gente que puede acabar una carrera, estar delante de una clase y pensar que ya se lo sabe todo, muy al contrario yo pienso que durante toda la vida estaré aprendiendo y ante muchísimos temas ahora y siempre me tocará decir aquello de: "que te voy a decir si yo acabo de llegar...". Esta canción para mí supone una actitud ante la vida y una actitud también ante los niños. Esta humildad es una característica que quiero llevar a cabo en mi vida, el ser consciente de que me queda muchísimo por aprender de todas las personas que me rodean (amigos, padres, abuelos, compañeros, profesores, futuros alumnos, y por supuesto mi hermana, tiene diez años y cada día me da verdaderas lecciones en todos los sentidos...) y más concretamente de todas esas personas que por ser más pequeñas o muy mayores no les hacemos mucho caso. Me gustaría llevar a cabo en mi vida como maestro una verdadera actitud de escucha y aprendizaje tanto hacia mis compañeros como, ante todo, hacia mis alumnos.

Por otra parte, también creo que otorga un poco de ingenuidad o inocencia, la inocencia propia, aunque no siempre, de los niños. Una ingenuidad o inocencia que tampoco debe ser ajena al maestro, quizá la palabra no sea ingenuidad y si conciencia de que siempre quedan muchas cosas por aprender y que, por mucha experiencia y años que tengas, siempre van a suceder cosas que van a romper con esos esquemas predeterminados que tenías.

Otro aspecto de la canción que significa mucho para mí es que "si esto es como el mar, ¿quién conoce alguna esquina?". Considero que es importante que los niños vean la infinidad de las cosas, que el mundo y las personas son imposibles de conocer por completo y fomentar en ellos, siendo conscientes de esto, un interés por aprender, por investigar, por saber, por descubrir y por, en definitiva, crecer como personas.

Me gusta la parte en la que la canción dice: "dime tú que puede saber alguien que ha pasado la vida buscando la melodía" porque imagino una persona que ha dedicado su vida a la música, al igual que yo quiero dedicar la mía  a la educación, pero no dedicarla de cualquier manera, sino dedicarla siendo un buen profesional, dejando una huella grande en los alumnos más que por haberles enseñado matemáticas, lengua o conocimiento del medio, por la forma de hacerlo y por haberles ayudado a desarrollar el gusto por las cosas, por la creatividad, por la cultura, por el saber, la lectura, el deporte etc aún no siendo su maestro muy bueno en todas estas cosas. El hecho de que tus alumnos te puedan recordar con una sonrisa porque les has llegado y les has enseñado una serie de aspectos que les han servido en su vida debe ser algo precioso...

En estos párrafos he intentado exponer esos motivos que me han llevado a titular de este modo tan peculiar mi blog. Creo que a una persona que le gusta algo (ya sea la educación o cualquier otra cosa) ve ese algo en todos los sitios y es más que probable que eso haya sido lo que me ha sucedido a mí =)