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miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Es "El Principito" un libro para niños?

Tras recabar información de diferentes fuentes podemos expresar la primera conclusión. A menudo se piensa que si un libro está protagonizado por un niño es que está dirigido al público infantil, esto es un gran error y uno de los ejemplos de que esto no es así es precisamente El Principito, pues esta obra Saint-Exupéry efectivamente no es un libro para niños. Es un libro que contiene mucho simbolismo que queda bastante alejado de la forma de ver el mundo de los niños y que es muy difícil que lo capten y comprendan. En una de las páginas web consultadas explicaba una chica que con ocho años le mandaron leer El Principito y para ella fue terrible pues le pareció un libro muy aburrido y la obra terminó por parecerle un verdadero tostón. Además tenían que hacer resúmenes de lo que iban leyendo y en esto encontró también gran dificultad. En 1º de bachillerato tuvo que volverlo a leer y expone que su visión sobre él cambió pero, su primera impresión, permanece “indeleble” en su memoria.

La profesora de esta chica seguramente cometió un grave error mandando un libro que no es adecuado para niños de ocho años pero, a mi modo de ver, el error más grave aún es obligar a los niños a ir resumiendo lo leído a medida que avanzan. Yo creo que si a cualquier adulto le dijéramos que fuese resumiendo capítulo por capítulo la novela que se está leyendo dejaría de leerla en el momento. Por tanto, la pregunta es: ¿por qué hacemos con los niños cosas que no haríamos con un adulto?, a menudo escuchamos hablar de la animación a la lectura y de que los niños no leen pero, bajo mi punto de vista, eso lo provocamos nosotros planteándoles actividades que no tienen ningún sentido y que provocan que odien la lectura o que, en el mejor de los casos, dan lugar a comentarios como: “a mí me gusta leer pero no los libros que nos mandan en el cole”. Después de haber criticado el planteamiento de esta profesora y de cómo en muchos colegios se trabaja la animación a la lectura, he de decir en descargo de la maestra que a El Principito se le puso la etiqueta de libro para niños sin serlo. Las preguntas para guiarnos un poco en este aspecto serían: ¿qué es un libro para niños? Y ¿dónde está el límite que señala que un libro sea para niños o para adultos?

Algunos piensan que si un libro tiene como protagonista a un niño va a ser un libro de niños, esto no es un elemento clasificador definitivo pues hay muchísimos libros con protagonistas  infantiles que no son para niños.

 Apuntar que el libro tiene dibujos tampoco parece un elemento clasificador muy acertado pues, los dibujos, no son exclusivos de los libros infantiles.

Tomando como ejemplo el libro de Saint-Exupéry podríamos decir que el propio autor en el prólogo nos dice que es un libro para niños pero, este detalle, probablemente sea otro de los mensajes subliminales que el autor utiliza.

Por tanto, el elemento que define que un libro sea para niños es que el autor tenga la intención de hacer un libro en el que el receptor implícito sea el niño, no el adulto, y el lenguaje y el mensaje que la obra pretende transmitir estén dedicados a los niños y sea comprensible para ellos.

El Principito, por tanto, sería uno de esos libros que viven bajo la denominación de “libros infantiles” pero que realmente están dedicados, o mejor dicho, el receptor implícito es el adulto. Si bien es cierto que a los niños puede gustarle porque, pese a que no entiendan el trasfondo filosófico del libro, les gusta el Principito (por ser un niño como ellos), la rosa, el viaje por las estrellas, el encuentro con el zorro…no obstante es quizá a partir de la adolescencia cuando podemos comenzar a comprender el profundo significado filosófico de la obra. De esta novela podemos decir que hay tantas lecturas como lectores. Es más, si lo leemos en diferentes épocas de nuestra vida, también encontraremos diferentes significados a todo lo que el libro nos sugiere.

Hemos hablado mucho del trasfondo filosófico de El Principito pero quizá sea conveniente exponer algunas de las ideas que aparecen en él para afianzar nuestra teoría de que no es un libro para niños porque es complicado que logren descubrirlo.

En boca del Principito aparecen descripciones que, si bien suceden en asteroides lejanísimos del Planeta Tierra, describen a la perfección el comportamiento ridículo y estúpido de algunas situaciones y de algunos personajes del planeta Tierra.

El Principito busca algo que no sabe muy bien qué es y que, en realidad, es él mismo. Ese es uno de los temas primordiales de este libro: el viaje como autoconocimiento, como búsqueda del propio yo, pero también habla de la amistad, de la vida, del amor.

Puede parecer que Saint-Exupéry realiza un elogio del suicidio al dejarse morder el Principito por la serpiente pero existe otra interpretación. El Principito no se deja morder para acabar con su vida sino para ir a cuidar de su flor que está esperándolo en su asteroide y que lo necesita para vivir. Otra enseñanza que aparece en el libro es que lo esencial de la vida es invisible para los ojos y solo puede verse con el corazón.

A modo de conclusión podemos subrayar que El Principito no es un libro para niños porque no son ellos los receptores implícitos, es decir, el autor no escribió la obra para ser destinada a la lectura infantil, otra cosa es que puedan leerlo y les pueda gustar pero, en cualquier caso, es muy complicado que puedan descifrar el trasfondo filosófico que contiene.
Para la realización de este trabajo he consultado las siguientes páginas web:











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