Este primer tema de la asignatura me ha aportado bastante cultura y conocimientos acerca de la historia de la literatura infantil. Aparentemente, puede parecer que estos conocimientos, en la práctica, no son de mucha ayuda para el desarrollo de nuestra profesión. A mi modo de ver, esto no es así. Un maestro debe ser una persona culta, quizá no especialista en un tema concreto, quizá no deba saber muchísimo de un solo tema, pero sí debe poseer una serie de conocimientos generales de todas las materias. Por tanto, un maestro debe ser lo que siempre se ha denominado una persona humanista, que tenga un nivel de conocimiento aceptable de todas las materias. Parece obvio que para dar Conocimiento del Medio, Matemáticas, Lengua y Literatura…en Educación Primaria no hace falta ser especialista en Biología, Matemáticas o Literatura pero sí tener un buen nivel en esas materias. Y este tema nos ha aportado una parte de esa formación que necesitamos para poder tener un buen nivel y ser buenos maestros de Literatura en Educación Primaria, maestros entusiasmados con la asignatura, que tienen un gran conocimiento de la misma y, que más allá de lo que pone el currículo que hay que dar en Educación Primaria, enseñan muchas cosas a sus alumnos y despiertan en ellos el gusto por la lectura y el interés por una asignatura tan bonita como ésta.
No obstante, pese a que anteriormente he dicho que en la práctica puede no tener mucha aplicación esto que hemos estudiado, he de decir que, conforme voy avanzando en la reflexión, me estoy de que sí que tiene una aplicación directa en el desarrollo de nuestra profesión. Por ejemplo, a la hora de escoger un libro de lectura para cada uno de los trimestres en un curso determinado, hemos adquirido una serie de conocimientos y destrezas que nos ayudan a escoger correctamente ese libro, teniendo en cuenta el momento evolutivo, los gustos de los niños…
También creo que, en la práctica nuevamente, nos es de gran ayuda haber conocido algunas de las primeras obras infantiles, esto nos aporta conocimiento, y un conocimiento necesario para un maestro de Literatura.
Otro de los aspectos que creo que me van a ayudar en gran medida en mi profesión es haber conocido más a fondo los gustos y el momento evolutivo, con respecto a la Literatura, de los niños. Muchos maestros no conocen bien los gustos de sus alumnos, trabajan con niños pero viven al margen de ellos, no los conocen verdaderamente, simplemente les imponen una serie de libros de lectura y se limitan a hacerles un examen para ver si se han enterado de lo que han leído, de esta forma, normal que a los niños no les guste leer, o al menos, leer lo que proponen en el colegio. En mi opinión estamos provocando desde la escuela que a muchos niños no les guste leer, porque no pensamos en el momento evolutivo de los niños ni nos preocupamos por conocer sus gustos. Es bastante triste porque conocer el momento evolutivo supone estudiarlo, supone un esfuerzo pero, preguntar a los niños qué les gusta, qué les gustaría leer, qué les interesa creo que no. No nos supone, o no debe suponernos, ningún esfuerzo a los maestros interesarnos por nuestros alumnos, es más, es nuestro deber conocer los gustos de nuestros alumnos, vamos a ser tutores y debemos saber qué les pasa, qué les preocupa, pero también qué les gusta y cuál es la mejor lectura que les podemos proponer. Mucha de la culpa de que a tantos niños no les guste leer se la debemos a malos maestros. Por ello espero continuar formándome en esta asignatura para ser un buen maestro, saber motivar a mis alumnos y a suscitar en ellos el gusto y amor por la lectura. No obstante, para ello, pienso que debemos los maestros tener ese gusto y amor por la lectura que intentamos que nuestros alumnos tengan pues, lo que no se tiene no se puede dar.
Perfecto.
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