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viernes, 20 de enero de 2012

colegio ideal de una maestra con más de veinte años de experiencia y reflexión

“Sueño …un colegio”

En un espacio muy amplio y luminoso donde se respira ambiente de hogar y sensación  de cariño y seguridad. Las instalaciones adaptadas como si fuera una especie de Micrópolis  pero en colegio.

Los profesores siendo personas muy preparadas trabajando unidos, con coherencia, poniendo sus cualidades al servicio del centro dando lo mejor de sí mismos, ayudándose unos a otros en las tareas, sintiéndose todos miembros de un gran equipo  y en este mismo sentido las personas del P.A.S. preocupados por  todos y sintiendo que todos somos importantes.
            
Analizar las capacidades de los alumnos para fomentar aquello en lo que destaquen y  desarrollar las que tengan más flojas. De tal manera que todos los alumnos perciban que destacan en algo y hacer que entre ellos se tutoricen (sean alumnos tutores todos en algún momento).

Los alumnos  adquirirán los conocimientos de una forma lúdica, manipulativa, experimentando con diversos materiales de la vida diaria para alcanzar una autonomía que le permita desenvolverse con soltura en la vida cotidiana.
            
Hacer muchas dramatizaciones ,  cuentos, …para desarrollar la expresión oral,  hablar ante el público y  superar problemas de lenguaje y también para aprender gramática, fonética, ortografía...

En todas las etapas que existan una especie de talleres donde los alumnos pasen por ellos y practiquen los conocimientos que han adquirido de una forma teórica, por ejemplo: taller de matemáticas y allí los alumnos practicarán el tema de las monedas en una especie de tienda donde tendrán que comprar y vender.

Usar las nuevas tecnologías en todas las asignaturas para ampliar y reforzar lo estudiado también para los idiomas, practicar con alumnos de otros centros  (por ejemplo estudiar inglés hablando  y escribiendo textos con niños de un colegio inglés…) esto puede favorecer futuros intercambios.

Respecto a  la educación artística, favorecer en cuanto a música el formar un coro en el colegio, tocar instrumentos,  hacer  expresión corporal para desarrollo de las distintas capacidades y para utilizarlo en las celebraciones y acontecimientos que pueda haber en el centro. Realizar variadas técnicas plásticas que ayuden a los alumnos a ver en las que destaca y que sirva de modelo a los demás.

Tener espacios que simulen una casa para que los niños practiquen las tareas del hogar (barrer, planchar, cocinar, coser, limpiar,…) y otros espacios similares (una tienda, una consulta, …)para trabajar normas de comportamiento y cortesía.

Que los recreos sean espacios de ocio bien encauzados donde los alumnos mayores enseñen juegos a los pequeños, se cultiven las buenas relaciones a través de las reglas, etc y no se pierdan los juegos tradicionales.

Los padres han de estar implicados e informados en todo momento de la formación de sus hijos a través de las nuevas tecnologías (por ejemplo las plataformas donde a través de internet tengan información de los avances y lagunas de su hijo) que las familia practique con sus hijos los conocimientos que adquiere y además del colegio ellos también los lleven a teatros, museos, granjas, bibliotecas,…para refuerzo de lo aprendido.

Respecto a la  vivencia  de la Religión los padres se deben implicar en enseñarles y recordar las oraciones, visitar iglesias y si son creyentes iniciarles desde pequeños en asistir a la Eucaristía y otras celebraciones para que el niño se habitúe a estar en el templo y participar. Ir a una con el colegio para que los alumnos no vean una desconexión entre el hogar y lo que se les transmite en el aula y capten  la importancia de Dios en sus vidas y en el desarrollo de su persona.

La familia también podría colaborar poniendo sus conocimientos al servicio del centro, así un padre fontanero o electricista podría enseñar lo básico para una emergencia en  el hogar, un padre o madre del mundo de la sanidad podría enseñar primeros auxilios…

Fomentar que los alumnos se autoevalúen, concreten  las formas de mejorar a nivel de conocimientos, comportamientos… que sugieran al claustro de profesores propuestas de mejora que ellos crean convenientes para  el funcionamiento y la convivencia entre todos.

Todo esto y mucho más es mi sueño.

María Paredes Calderón.



Se presentó ante mí un material tan sumamente bueno y que me sugirió tantas cosas que tenía que ponerlas por escrito. No siempre, por no decir que muy pocas veces, podremos tener en nuestras manos un escrito sobre cómo sería el colegio ideal de una persona que lleva siendo maestra veintiún años. Este texto fue un encargo que se hizo desde el colegio donde trabaja mi madre a todos los profesores y me gustaría comentar algunas cosas acerca de él.

Comenzando por el principio, de un modo lógico, me gustaría hacer un especial hincapié en el tema de la luminosidad y el espacio. Considero que es esencial que los niños estén en aulas luminosas donde el ambiente sea agradable y no en un sótano con luz eléctrica continuamente. Me parece que en los últimos años se ha producido un gran avance en este sentido, en dar mucha más importancia a la luz y los espacios. 

Hace no tantos años estos aspectos estaban en un segundo plano y, quizá, no fuese tanto por falta de recursos como porque no se le otorgaba la suficiente importancia a este tema. En cambio, todos los estudios arrojan que es de vital importancia en la educación de los más pequeños las infraestructuras y condiciones del centro.

En cuanto al perfil de maestro que se detalla en el texto me gustaría hacer especial alusión a algunos detalles.
Primeramente que sean personas formadas, es indispensable que los maestros sean profesionales de la educación, personas que saben del tema, que no son aficionados. Otro aspecto interesante es la necesidad de poner sus cualidades al servicio del centro, de los niños y de toda la comunidad educativa en general, sintiéndose miembros de la misma. Esta segunda idea me parece de vital importancia, un maestro tiene que estar al servicio del centro para el que trabaja, debe identificarse con él como si fuese suyo. Lo mismo sucede en las relaciones con los niños, padres y el resto de la comunidad educativa, el maestro debe ser una persona que se implique, que lo “dé todo” por su profesión, por las personas con las que trabaja. Un maestro no puede ser un “mercenario” sino que debe ser capaz de dar más tiempo del que pone en su contrato por sus alumnos, independientemente de que esas horas las paguen, o no, que de hecho no te las van a pagar.

Un detalle muy bonito e importante es la relación entre maestros y P.A.S. (Personal de Atención y Servicios). Es lamentable observar cómo algunos profesores tratan a estas personas, como si fuesen sirvientes o de menor categoría. Si algo he observado es que hay algunos profesores (como en todas las profesiones supongo) de lo más clasistas, que miran por encima del hombro al conserje o a la persona que hace la limpieza en el colegio. Me parece de lo más triste que, la persona que debe dar ejemplo a los niños, que es el espejo donde ellos se miran se comporte de esta forma, y me da igual que no estén los niños delante, un maestro lo es siempre, no solo cuando están los niños delante. Yo siempre he escuchado hablar del conserje y la persona de la limpieza como “sus compañeros”, los presenta como sus compañeros, pues como debe ser, es que son compañeros, es que forman parte de la misma comunidad educativa, nadie está por encima o por debajo porque tenga o no una carrera, forman parte de lo mismo. He 
tenido la suerte de estudiar gran parte de mi vida en un colegio pequeño donde todos éramos como de la familia y, en él, la “señora de la limpieza” que era como nosotros la llamábamos porque era siempre la misma (no venía de ninguna empresa sino que la mujer siempre había trabajado para el colegio, al ser pequeño lo podía hacer ella sola) y el conserje siempre han sido uno más, y es así como debe ser no lo cuento para mostrar lo buenos que somos.

La propuesta de mi madre de que los alumnos se tutoricen es, a mi modo de ver, un fruto de su mucha experiencia en el aula. Siempre le he escuchado decir que los niños comprenden mejor cuando las cosas se las explica un igual, en determinados momentos obviamente pues, según esta teoría los maestros deberíamos ser niños y, aunque en ocasiones seamos como ellos no somos propiamente niños ya. Pero sí es cierto que los niños, cuando no han comprendido algo que ha explicado su maestro y se lo explica otro compañero que sí que lo ha entendido lo comprenden con mayor facilidad. Espero algún día poder ir descubriendo muchas más cosas acerca de los niños a través de la experiencia.

El punto en el que expone que los niños han de aprender de forma lúdica, manipulativa y experimentando me ha llamado especialmente la atención. Esta profesora estudió magisterio hace bastantes años y, es muy bonito comprobar cómo ha ido actualizándose, reciclándose, eso es ser una profesional de la educación, una maestra de raza, como de hecho lo es.

En cuanto a realizar dramatizaciones para desarrollar la expresión oral y superar problemas de lenguaje, puedo asegurar que lo lleva a cabo en el aula con asiduidad y a los niños de infantil les encanta.

Me parece destacado lo que expone acerca de las nuevas tecnologías y la educación artística. Mi madre no es excesivamente hábil con el ordenador, pero posee una voluntad de “hierro”, tiene un interés por aprender fascinante y sorprendente en una mujer cercana a los cincuenta años. Me resulta muy positivo que haya expuesto esta idea aquí porque, a mi modo de ver, es necesario trabajar las TIC en todas las asignaturas, de modo transversal y no únicamente en la hora de informática.

En cuanto al tema referente a la música también he presenciado como en el aula pone diferentes tipos de música y, los niños, van saliendo por mesas a bailar, les resulta divertidísimo y se lo pasan genial bailando y experimentando con la música. No me parece mala idea tampoco crear un coro. No obstante hace demasiado hincapié en que los niños tomen como modelo al niño que se le da bien pintar, cantar o bailar, creo que no es positivo fomentar las diferencias entre ellos y que tengan que fijarse en la persona que hace las cosas muy bien. Me parece que es discriminar a los niños y no creo que sea bueno.

La sugerencia de tener espacios que simulen la casa para que los niños practiquen tareas del hogar me parece fascinante, quizá pueda parecer anticuada esta idea pero me parece que resulta de lo más equitativo, porque la harán los niños y las niñas y no solo las 
niñas, me parece indispensable educar a nuestros alumnos en la equidad y el reparto de las tareas del hogar desde el colegio. Además tenemos que poner fin a que la madre, la madre y el padre o la mujer que “viene a casa a hacer las tareas” sean los esclavos, en una casa debemos ayudar todos, repartirnos las tareas entre todos, desde papá hasta el más pequeñín de los niños. 

Mi opinión es que no hay nada más antipedagógico y destructivo para la educación de un niño que decirle “hijo deja eso donde quiera si ya vendrá Fulanita a quitarlo” de este modo los niños no saben hacer nada absolutamente en la casa, no son responsables de la limpieza ni tan siquiera de su cuarto. Es la manera más eficaz de crear niños tiranos, egoístas y, por qué no decirlo clasistas y que no saben ni pasar un plumero. En mi casa mis padres trabajan ambos y limpiamos entre todos, pienso que así debe ser.

El tema del comportamiento y la cortesía es imprescindible para vivir en sociedad y me parece que debería implantarse, hoy mejor que mañana, en las escuelas una asignatura que sea “civismo” o algo así porque, desgraciadamente, lo que antes era labor de los padres cada vez más está pasando a ser labor de los maestros.

En cuanto a los recreos me parece genial que se enseñen y fomenten los juegos populares aunque, por otra parte, no pienso que los recreos deban ser “encauzados” pues, precisamente, es el momento para que los niños hagan lo que “les dé la gana”

Respecto a lo que expone sobre la vivencia de la religión, recordemos que es un colegio religioso, me parece correcto.

Me resulta extraordinaria la idea de que los padres pongan al servicio de los alumnos lo que saben y puedan 
enseñar ciertas habilidades que les pueden ser de gran ayuda.

El último punto me resulta sencillamente sensacional. Proponer la autoevaluación de los alumnos y que estos puedan sugerir al claustro de profesores propuestas de mejora ha sido tema de conversación en alguna ocasión en nuestras clases, por tanto, concluir diciendo que, mi madre, es una maestra de las de verdad, de las que han nacido para serlo, de las que disfruta aprendiendo más sobre educación y seguro que disfrutaría y podría aportar muchísimas cosas en un aula de magisterio pues, pese a la edad que tiene, propone cosas bastante coherentes con muchas de las cosas que vemos en el aula.

1 comentario:

  1. Espero que le dejes leer este blog a tu madre para que ella esté tan orgullosa de ti como se nota que tú lo estás de ella.
    Una entrada preciosa, tanto el texto de tu madre, nacido de la experiencia y de un profundo amor a la educación como el tuyo que, para tener veinte añitos, demuestras tener muy pero que muy claro lo que quieres.

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