Una tarde de estas escuchando la radio me enteré de que una asociación de vecinos por el desarrollo rural, o algo así que bien no recuerdo, habían pedido a la RAE que retirase de la definición de rural la acepción tosco e inculto, esta noticia me hizo pensar algunas cosas que quisiera compartir.
Primeramente, lo mucho que ha cambiado la educación en los pueblos, pero más que centrarnos en los pueblos, deberíamos centrarnos en las comunidades autónomas o provincias. Pues, todos estaremos de acuerdo que no es equiparable un pueblo de Madrid con uno de Córdoba, Toledo, Ciudad Real o Galicia, poco tienen que ver. Lo mismo sucede con la educación en las diferentes comunidades autónomas. Este es un debate que siempre que voy a mí pueblo suelo tener, o solía pues ya hemos optado por no tocar el tema, yo para no herir sensibilidades y, mis amigos del pueblo, para no sentirse heridos. Mi pueblo está en Andalucía, comunidad autónoma conocida por su alto porcentaje de fracaso escolar que, curiosamente, convive con un alto porcentaje de “notazas” en Bachillerato, ¿cómo se come eso? Se me antoja un poco extraño que en una misma zona tengamos a los estudiantes más inteligentes y aventajados y, al mismo tiempo, a los menos inteligentes y aventajados. A mi modo de ver lo que sucede es bien sencillo, el nivel educativo en Andalucía es uno de los más bajos de España. Bajar el nivel no produce un descenso del porcentaje de fracaso escolar, este no varía; en cambio, sí que produce un ascenso de las personas que acceden al Bachillerato que, a su vez, ostenta un nivel más bajo que el de otras comunidades y, en él, muchos alumnos consiguen aprobar y, muchos de ellos con notas de persona brillante en Madrid… ¿son los andaluces los más listos y, al mismo tiempo, los más “tontos” de España? la campana de Gaus existe, según esta, la gran mayoría de las personas estamos en la parte más ancha de la misma, precisamente porque es dónde más población hay, es decir, la mayoría del común de los mortales nos situamos en el término medio, no somos ni muy inteligentes, ni muy poco inteligentes, somos lo que se podría definir como normales.
La verdad es que me parece un tremendo error que el nivel educativo no sea igual en toda España. Es injusto que una persona en Madrid no pueda estudiar medicina porque no ha obtenido la nota suficiente y, otra persona en Andalucía la obtenga con creces porque el nivel de exigencia es menor. Otros me dirán que lo mismo sucede entre los diferentes colegios y entre los diferentes profesores, bien, es cierto, pero llegamos a una selectividad igual para todos… bueno no… esto tampoco es igual para todos, es diferente dependiendo de cada comunidad autónoma, es decir, los estudiantes españoles a la hora de acceder a la universidad nunca nos igualamos, pasamos continuamente pruebas diferentes. En mi opinión, la selectividad debería ser igual en todas las comunidades, con los mismos criterios, idéntico examen en todas las universidades del país. Esta debe ser la prueba que nos iguale a todos.
Un tema que puede deducirse y sobre el que debemos reflexionar, que nada tiene que ver con la reflexión anterior es que, nosotros como maestros tenemos la obligación de ser personas activas, de estar en continua revisión en relación a lo que enseñamos a nuestros alumnos.
Nada hay que sea invariable, todo cambia y, por tanto, como maestros, debemos estar al corriente de los cambios, no podemos “aburguesarnos”, quedarnos inmóviles en una serie de conocimientos o de formas de hacer las cosas. Tenemos que ser personas informadas, cultas, activas en la búsqueda de nuevas cosas, en la innovación, solo de esta forma lograremos ser buenos maestros.
Una extraordinaria reflexión.
ResponderEliminar